Nuestra Señora del Rosario - Bello
Nuestra Señora del Rosario - Bello
En el año de 1574 a don Gaspar de Rodas (1518 España – 1607 Santa Fe de Antioquia), primer gobernador de lo que hoy son los territorios de los departamentos de Antioquia, Caldas, Quindío y Risaralda, el Cabildo de Antioquia le adjudicó las tierras del Cacique Niquía que él había solicitado para fundar hatos de ganado y estancias de comida. En Junio de 1585 Rodas dio esas tierras a su hija Ana María de Rodas Carvajal y su esposo don Bartolomé Suárez Alarcón; razón por la cual, el sitio en el que se halla la ciudad de Bello se denominó por sus primeros pobladores “Hato de Rodas” y también “Hato de Alarcón”. Se fueron fundando entonces distintos hatos en el Valle de Aburra, y por ser el Hato de Rodas o Alarcón el primero, se llamó “HATO VIEJO”. En el año de 1881 cambió el nombre de HATOVIEJO por el de BELLO, por sugerencia de don Marco Fidel Suárez (Hatoviejo, abril 23 de 1855 Bogotá, abril 03 de 1927) como homenaje por el centenario del nacimiento de don Andrés Bello (Caracas, 1781 – Santiago de Chile, 1865) filólogo, escritor, jurista y pedagogo.
El Sacerdote Baltazar Vélez Velásquez (1848 - 1903) natural de Bello y uno de los más eminentes Sacerdotes del clero antioqueño, fue quien solicitó al Obispo José Ignacio Montaya que le cambiara el nombre a la Parroquia de “Nuestra Señora del Rosario de Hatoviejo”, por el de “Nuestra Señora del Rosario de Bello”, la razón es la de no seguir llamándonos Hatoviejeños, sino llamarnos Bellinos (hoy Bellanitas). El decreto fue dado por el Obispo el 28 de Diciembre de 1883, para que empezara a regir a partir del año 1884.
La población en este territorio empezó a principios del siglo XVII con la encomienda de Hato de Rodas; todo el Valle de Aburrá perteneció a la jurisdicción de la Parroquia de Santa Fe de Antioquia, creada en la década de 1540 – 1550, por el primer Obispo de Popayán Juan del Valle. Los párrocos de Santa Fe de Antioquia atendieron pastoralmente al Valle de Aburrá hasta 1674, cuando fue creada la Parroquia de Nuestra Señora de la Candelaria de Aná y que desde 1675 es de Medellín, atendiendo a los indígenas; los no indígenas continuaban bajo la jurisdicción de Santa Fe de Antioquia. En Hatoviejo encontramos cuatro (4) capillas que tuvieron títulos de advocaciones Marianas, las cuales fueron:
Nuestra Señora de Chiquinquirá (La más antigua) ubicada en los Llanos de Niquía, erigida el 26 de Noviembre de 1720.
Nuestra Señora de Sopetrán ubicada en inmediaciones de la quebrada El Hato, erigida el 25 de Junio de 1765.
Nuestra Señora de Guadalupe ubicada en Fontidueña o Fontidueño, erigida el 25 de Noviembre de 1761.
Nuestra Señora del Rosario Era de los herederos de don Francisco Tamayo, fue Viceparroquia por treinta (30) años erigida el 26 de Noviembre de 1743. Siendo el primero de los tres (3) templos y el primer Vicepárroco es el Pbro Luis Francisco López de la Sierra Hatoviejo pertenecía a la Parroquia de la Candelaria y se encontraba a dos leguas de distancia del templo parroquial, era atendida permanentemente como centro de culto y además, hacia las veces de la Parroquia a la cual pertenecía.
Es importante anotar que, las capillas de Nuestra Señora de Chiquinquirá, Nuestra Señora de Sopetrán, y Nuestra Señora de Guadalupe fueron demolidas, y tanto las imágenes como los enseres debían pasar a la capilla Nuestra Señora del Rosario. En el año 1770 el Obispo de Popayán Obregón y Mena, ordenó al Vicario superintendente de Medellín Juan Salvador de Villa y Castañeda hacer el censo de Parroquias y Viceparroquias, con la ubicación, nombre del poseedor. Los resultados obtenidos en este censo llevaron a analizar cuáles eran más necesarias y que un futuro cercano fueran erigidas Parroquias, y otras destruidas. El 13 de Julio de 1773 el Obispo de Popayán, Monseñor Gerónimo Antonio de Obregón y Mena, Erigió la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario de Hatoviejo, por solicitud del Pbro. Juan Salvador de Villa y Castañeda, Cura Vicario de Nuestra Señora de la Candelaria de Medellín. La excesiva extensión de su parroquia, hacía necesaria esta desmembración, por el norte y el sur, fue también como se erigió la Parroquia de Santa Gertrudis en Envigado.
El primer Párroco fue el Pbro. Mateo Palacio Guerra, apareciendo su firma por primera vez en una partida de Bautismo el 10 de Febrero de 1776, por lo que se puede calcular que transcurren más de dos (2) años desde el decreto de erección de la Parroquia hasta la posesión de su primer Párroco. Un acontecimiento de trascendencia en la vida de la feligresía en el Siglo XVIII, es la Ordenación Sacerdotal del primero de sus hijos, el Pbro. Juan Antonio Madrid, que tiene lugar en Popayán en 1775. El 31 de Julio de 1788 el Gobernador y Visitador General Juan Antonio Mon y Velarde dio al Pbro. Mateo Palacio licencia para construir otro templo, porque el que existía estaba deteriorado. Fue entonces en el año 1792 que cerca del primer templo (Capilla Nuestra Señora del Rosario) que fue demolido, se levantó el segundo templo (Capilla) que hoy se conserva como reliquia histórica ubicado en el marco de la Plaza (hoy Parque Santander) del Municipio de Bello, y que fue declarado Monumento Nacional en la Ley 103 de 1960 expedida por el Congreso de la República de Colombia . En el año 1827 con la creación del primer Obispado antioqueño, Hatoviejo pasa a depender de la Diócesis de Antioquia hasta 1868, y en adelante depende de la Diócesis de Medellín. En el año 1828 muere el Pbro. Mateo Palacio.
El Señor Arzobispo Cayzedo en 1910 habla con el arquitecto Gonzalo Velásquez para diseñar el frontis y el atrio, y en el año 1912 se habla de levantar los techos y aumentar el área del templo.
Encontramos algunos documentos que dan origen y la causa para construir un nuevo templo; la orden la da el Obispo José Ignacio Montoya en el acta de visita pastoral el 12 de Agosto de 1880 articulo 10 Estando la actual Iglesia Parroquial en mal estado y amenazando ruina a causa del insecto llamado comején, el cual ha destruido la madera, disponemos y ordenamos que se construya un nuevo templo sobre el área del terreno que da frente a la plaza en su costado occidental para que el frontis quede mirando al oriente, para los trabajos se nombra una junta que estaba constituida por el Señor cura Párroco José María Nilo Hincapié, Pbro. José María Gómez Ángel, Diego Bustamante que será el tesorero, Demetrio Barrientos, Bartolomé Pérez, Alejandro Arango y José María Agudelo, quienes internamente escogerán un presidente.
En el año 1886 el Vicario Foráneo José María Acosta dice que se estaba construyendo el nuevo templo. El 13 de Febrero de 1890 el Obispo Bernardo Herrera Restrepo nombra nueva junta para el templo comenzado El 25 de Mayo de 1925 afirma el Señor Cayzedo que ya estaba construida la parte más difícil del nuevo templo. En 1928 el Vicario Foráneo habla que los muros ya estaban altos. La demora pareciera ser de sesenta y siete (67) años para la construcción, pero de manera directa inició bajo la tutoría del arquitecto desde 1936. Fue consagrado por el Obispo Joaquín García Benítez, el día 10 de Octubre de 1947, en plenas fiestas patronales; el encargado de la obra fue el ingeniero y arquitecto italiano Albano Germanetti, realizando un estilo arquitectónico Neobizantino.
Después del año 1947 el Padre Arango convirtió el antiguo templo (capilla) en una fábrica de baldosas. En 1950 el Padre José Miguel Agudelo que tenía propiedades en Bello, parece que encabezó un memorial pidiendo al Señor Arzobispo, que el viejo templo se conservara como reliquia histórica y que no funcionara allá la fábrica de baldosas. La petición se demoró para ser atendida, y fue Monseñor Tulio Botero Salazar quien dictó el Decreto del 20 de Julio de 1967 en el que ordena la restauración del templo, y ordena la venta de la fábrica de baldosas. El padre Tiberio Berrio dio comienzo a la restauración el 02 de Diciembre de 1967, En 1972 tuvo lugar la ceremonia de inauguración y entrega a Bello, Antioquia y Colombia.
Pero aun así, la capilla continuó en el olvido y deteriorándose con el paso del tiempo, Tan solo en el año 2005 comenzaron los trabajos de restauración, los cuales se desarrollaron en varias etapas y estuvieron a cargo de la Fundación Ferrocarril de Antioquia. El proyecto tuvo una inversión de $1.959 millones de pesos, de los cuales el Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Cultura, aportó de $920 millones de pesos, la Gobernación de Antioquia colaboró con $589 millones de pesos y el Municipio de Bello con $450 millones de pesos. El 16 de octubre de 2010 se realizó la reapertura con una celebración Eucarística oficiada por el Arzobispo de Medellín, Monseñor Ricardo Tobón Restrepo.